#VDLN 12: ¡Bienvenido a mi mundo otaku!

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Todo buen friki que se precie, o al menos los otakus, seguro que conocéis el estudio Ghibli, a Hayao Miyazaki y todo el chorro de grandiosas películas que su maravillosa mente ha creado. Pues bien, al universo otaku del cual una servidora forma parte desde que tiene uso de razón, ayer se le sumó un nuevo integrante. ¡Vikingo!
No la vimos entera pero si un cachito y le flipó, ¿adivináis de qué película estoy hablando?

Pues sí amiguitas y amiguitos, ya podemos decir que el entrañable Totoro y el aún más entrañable Nekobasu (Gatobus) tienen otro fan más que añadir a su ya enorme club. Y es que se pasó la tarde/noche con el «Totolo» y el «tubúsLatet!» o sea Totoro y Gatobus, él dice tubús, y gatito en catalán es gatet y dice latet porque a veces no dice la g al principio de las palabras aunque dice guauguau perfectamente pero vaya… cosas de Vikingo.

Así que emocionada y feliz a partes iguales, ardo en deseos de seguir introduciéndole al japanworld.
De hecho previsora que es una, ya tengo el libro de Leyendas de Cipango de la genialérrima Ruth2M y además, con dedicatoria, nuestros nombres en japo y una chibiamaterasu! ¿quien puede pedir más? y lo tengo reservado para cuando Vikingo crezca, que lo pueda leer, conocer la mitología y leyendas japonesas y disfrutar de sus maravillosas ilustraciones.

¡Feliz #vdln!



#VDLN 10: de boda!

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Detalle de las manos con los anillos

Nos vamos de boda! en concreto a mi boda con sr vikingo, que fue en junio de 2013.

La novia con Bella y Mery

Fue uno de los días más felices de mi vida, me sentí e hicieron sentir todos los que vinieron como una reina y todo fue perfecto! Además, disfruté como una enana con todos los preparativos, y con la música no iba a ser menos… Desaté mi vena friki y melómana, exceptuando con la canción de entrada del novio que por supuesto, escogió él, muy acertadamente por cierto 😉

Con estas hermosísimas canciones hicimos nuestras respectivas entradas, mi superman y yo, la princesa celta 🙂

Fachada del castillo

Miramos más de un lugar para casarnos, boda por lo civil y acabamos en el castell Jalpí, enamorada me quedé de él desde la primera vez que lo visitamos. Me pareció ideal: es un castillo que yo los adoro, precioso y con espacios muy controlables para nosotros que al ser ciegos, nos sentimos más cómodos más que en lugares super amplios y de los cuales no podríamos tener puntos de referencia.

La ceremonia empezó genial, con mi padre y yo repitiendo el paseito por el pasillo, oiga, que el vestido hay que lucirlo! fue muy divertido jajaja.

Muchas emociones en la ceremonia, parlamentos preciosos de familia y amigos, mi hermano y mi mejor amiga como espontáneos también salieron a la palestra, los votos de sr vikingo en catalán! sí, el es malagueño… los míos improvisados en castellano y al terminar, lluvia de pétalos de rosas y globos blancos que explotamos volando con más pétalos.

Globos blancos volando en el cielo

Tuvimos la grandísima suerte de que el juez de paz nos permitió firmar ahí mismo el libro… así que no tuvimos que fingir si no que de verdad nos casamos en ese momento y no tuvimos que ir anteriormente al juzgado.

No podía faltar mi adorado Freddie Mercury y Queen y que mejor canción que ésta para una boda y para nuestra entrada triumfal al salón!
Fue una velada espectacular llena de emociones y sorpresas.
La cena estuvo deliciosa aunque yo más bien comí poco, hicimos nuestra entrega de regalos, con mención especial a unas pitufinas que hice hacer de gomaeva para mis 4 amigas del cole, sí, íbamos a «l’escola patufet», un juego de preguntas divertidísimo que ellas mismas organizaron y claro, el ramo para mi mejor amiga.

Por supuesto mi vena friki siguió asomando con esta canción del anime que nos unió a P y a mí inexorablemente como amigas para siempre.

Luego vinieron de parte de mis abuelos, que ya no están con nosotros y a través de mis padres, unos fuegos artificiales con la canción de Barcelona de freddie Mercury y Montserrat caballé. Los pelos de punta con la puesta en escena, y eso que yo no lo vi! pero con el audio de la música y el sonido de los coetes… me encantó y la gente que sí lo vió dicen que fue precioso.

y para finalizar como no, el baile, con la banda sonora de una de mis películas favoritas y para mí, de las mejores de los últimos tiempos.

Dando la vuelta en el baile con sr vikingo

Lo confieso, estuvimos yendo a clases de baile de salón casi un año una vez por semana! y la verdad es que disfrutamos muchísimo, lo único que yo no llevé muy bien fue hacer el papel de chica, a la mínima era yo quien intentaba llevar a sr vikingo jajaja.

el resto de la noche… os lo dejo a vuestra imaginación, solo diré que hubo mucho baile, muchas risas, mucha barra libre… y mucha felicidad.

Feliz #vdln!



#vdln 4: #suenafriki. Kimi wo aishiteru

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¿Ya vamos por el cuarto viernes dando la nota y aún no había sonado friki? los que me conocéis habréis pensado si es que me pasaba algo raro o qué… ¡Pues no! sólo que lo reservaba como se hace con un buen vino o un buen Tang 😉 porque una vez abierta la puerta a mi yo friki, ya no hay vuelta atrás. Y hoy ha sucedido, la perturbación en la fuerza de la cercanía del salón del manga ha sido ya demasiado.

Hoy además os voy a hacer una de esas confesiones inconfesables, de esas que le mola hacer a Padre en stéreo y os hablaré de mis amores frikis.

Mi primer gran amor, Terry de Candy Candy.

Imágen de Terry

¡confesad! cuantas/os de los que habéis visto Candy Candy no os habéis enamorado ni que sea un poquito de él? con esa chispa, ese punto de malote pero solo el punto, ese rollito rebelde… y es que reconozcámoslo, Anthony era demasiado soso, en cambbio Terry era el punto de sal para tanto Candy.

Y mi gran amor, Sesshomaru.

Imágen de Sesshomaru

En cuanto empecé a ver InuYasha ya no pude parar, me convertí y aún sigo siéndolo, en una fangirl de la serie. De hecho tuve mucha suerte porque encontré el manga en inglés así que podía ir más adelantada que con el anime, que como ya sabréis, siendo la gran Rumiko Takahashi su creadora, ya sufría por si me dejaba a medias con el anime. Por suerte en este caso fue buena y lo terminó.
Sesshomaru es el hermano mayor de Inuyasha, un inu tai-youkai o sea un demonio perro y ai… *suspiro suspiro suspiro* al principio es algo malo pero a lo largo de la serie el personaje se va desarrollando y va sacando ese encanto dark que tiene que me vuelve loquita.

Veo animación japonesa desde que era muy pequeña con Dragon Ball o Dr Slump (soy ultrafan de Arale-chan) y muchas veces han sido casi salvavidas para mí, en momentos de bajones han sido los que me han alegrado un poquito los días y hasta gracias a InuYasha empecé una relación de amistad con la que hace años que es mi mejor amiga.
¡Ya veis! todo ventajas 😉

Feliz semana y hasta el próximo viernes dando la nota.

Por cierto, muchas gracias a Ruth por ayudarme con las imágenes de internet para mis posts 🙂